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CONVERSACIONES MALÉVOLAS DE DOS MOSCOS EN LECHE, 2012

“Todos tenemos el poder, todos tenemos la solución una solución en las manos, cambiamos el mundo en tres palabras, especulamos sobre las decisiones mal tomadas, criticamos lo externo con tal seguridad, seguridad que nos da el poder de ver en el otro el error…. supongo que es el anhelo por alcanzar algo, una ilusión que siempre queda frustrada, como afirma kippenberger creo que no tengo coartada como mucho una cerveza”. A.frix


Ficciones y genealogías (Fragmento del texto NODOS DE LA EMERGENCIA catalogo ARTBO /artecámara) Conrado Uribe Pereira Curador Artecámara 2012

“Me parece que existe la posibilidad de hacer funcionar la ficción en la verdad; de inducir efectos de verdad con un discurso de ficción, y hacer de tal suerte que el discurso de verdad suscite, «fabrique» algo que no existe todavía, es decir, «ficcione».” Michel Foucault


El concepto de ficción ha servido para definir algunos de los géneros narrativos a los que somos expuestos con mayor frecuencia. La ficción demarca una clase de obras literarias o cinematográficas que tratan de sucesos y personajes imaginarios, y no está necesariamente basada en los hechos de la realidad. Sus raíces etimológicas en el latín hablan de “dar o crear forma”6, fabricar. Pero de la misma manera en que el cine se ha encargado de hacer cada vez más borrosas las fronteras entre uno y otro género, la filosofía se ha ocupado de revisar críticamente las relaciones entre la realidad como verdad y la historia como su narrativa. Para Foucault «detrás de la verdad, siempre reciente, avara y comedida, está la proliferación milenaria de los errores. No creamos más que la verdad permanece verdad cuando se le arranca la venda; hemos vivido demasiado para estar persuadidos de ello. La verdad resulta siendo una especie de error que detenta el poder de no ser refutada porque el largo conocimiento de la historia la ha hecho inalterable. Pero la verdad y su reino originario han tenido su historia en la historia.»7 Ante ese estado de inestabilidad, discontinuidad, incertidumbre y transformación frente al discurso histórico convencional, aparecen lecturas que revaloran el lugar de la ficción y su papel en las construcciones culturales. Y los artistas han sido particularmente conscientes de este asunto. Para Marcel Broodthaers por ejemplo, “la ficción nos permite comprender la realidad y al mismo tiempo eso que es ocultado por ella”. En ese campo de intereses, la práctica genealógica, aquella que no busca la solemnidad metafísica del alto origen, de la esencia, sino el comienzo histórico bajo y desacralizado, cobra especial pertinencia pues implica hurgar en “las meticulosidades y los azares de los comienzos,” 8 revolviendo los bajos fondos. La genealogía busca levantar un conocimiento que se contrapone al histórico en tanto que: hace un uso paródico de la realidad oponiéndose a la historia como reminiscencia y reconocimiento; deconstruye las identidades confrontando concepciones como las de continuidad y tradición; y pone en cuestión las ideas de verdad y conocimiento en el discurso histórico al buscar comprender cuáles han sido las condiciones que las han hecho aceptables. Es comprensible por qué la genealogía se vincula con el “ficcionar”. ————————————————————————————————————————————— —— 6/ Merrian-Webster’s Online Dictionary, {En línea}. Disponible en:://www.merriamwebster.com 7 / FOUCAULT, M., “Nietzche, la Genealogía, la Historia” en Microfísica del poder, Madrid, Ediciones La piqueta, 1992, p. 11 8 / Ibíde

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