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SOY LA MÚSICA DEL MUNDO, EL CENTRO DE UN ROSCÓN Y EL FINAL DE UNA EMPANADA, 2009

“Siempre me ha interesado entender de donde radican las imágenes que produzco, a veces me pregunto si en verdad estoy diciendo algo, hay momentos en que me doy cuenta que soy igual a muchos de los que producimos imágenes; un reflejo de cómo las redes de información han enfocado muchas de las ideas, para bien o para mal termino pareciéndome a todas esas estructuras mediáticas, en ese sentido por momentos no encuentro nada, pero después de discutir lo superficial que soy continuo observando y produciendo”.


El interés aquí son aquellos modelos de apropiación y la concepción de identidad, si bien en la modernidad encontrábamos la figura de centro, el legado de la postmodernidad la descompone en infinitas concepciones, una saturaciòn aparente, es allí donde la relación de latino adquiere fundamento pues en la destrucción del centro la periferia se dota de posición, es decir, pensemos en relaciones que la modernidad definió: podríamos hablar de un original, el único, el centro. En ese sentido la construcción de una sociedad industrial de primer mundo realza la cultura dominante como punto focal del arte y la cultura. Si bien comparte los postulados que argumenta Nelly Richard(1) cuando habla de la dialéctica de lo propio y lo ajeno, lo latino se canaliza desde lo heterogéneo argumentado desde la apropiación y la justificación de la copia, en ese sentido, aquel gran legado consiste en esa exacerbación retórica de los postulados de nosotros, quizás esa idea demarcada por la sociedad dominante se desvanece muy lentamente pero dando a la otredad una oportunidad de auto definición.“Efectos de planetarización de la tecnocultura y la supresión masmediatica de la relación original/reproducción o bien, el centro mismo se habría dejado ya asaltar por la periferia, al haberse fragmentado en micro territorialidades disientes que pluralizan y descomponen su rol de autoridad como centro”(1)


LOLA GRANADOS 1. Nelly Richard, “ la estratificación de las márgenes”, Francisco Zegers, Santiago de

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